viernes, 13 de marzo de 2015

Si no tomamos tiempo regularmente para el estudio de la Biblia y la oración, moriremos espiritualmente.

En Juan 6, Jesús compara la vida espiritual de comunión y relación con él, con la vida física. Dijo: “Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros” (versículo 53). “Si alguien deja de comer, muere”. Del mismo modo como se aplica esta ley en la vida física, sucede también en la vida espiritual.       
“Sería bueno que cada día dedicásemos una hora de reflexión a la contemplación de la vida de Cristo.
Debiéramos tomarla punto por punto, y dejar que la imaginación se posesione de cada escena, especialmente de las finales”. Elena de White, El Deseado de Todas las Gentes, página 63.

Esta seria una receta para un régimen espiritual bien balanceado. Ya que la oración es el alimento del alma, y si la complementamos con una buena porción de estudio Bíblico  nuestra alma estará bien nutrida y no moriremos espiritualmente. Aveces se nos hace difícil tener una comunión con Dios, ya que no estamos acostumbrados a eso, pero si lo hacemos de poco a poco podemos llegar a tener un buen habito de estudio de la Biblia y no se nos ara tan pesado. Si no tenemos una buena relación con Dios nuestra alma muere, ya que no la estamos alimentando correctamente o simplemente no la alimentamos con nada. En pocas palabras si no oramos y no estudiamos la Palabra de Dios moriremos ya que es tan necesario como comer y respirar.

Nota: esto fortalecerá nuestra relación con Dios.

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